La arcilla en el aula

Oleh: jdelgado
16 septiembre, 2014

La arcilla en el aula

 

Elvira Martínez \ Juan Delgado

Publicado por Cuadernos de Pedagogía


Estudio de las relaciones existentes entre la utilización de los procesos técnicos y el desarrollo evolutivo de los alumnos de las distintas etapas. El buen uso de la arcilla como técnica tridimensional contribuye a desenvolver múltiples facetas del desarrollo creativo y cognitivo del alumno, cualquiera que sea su nivel educativo. Se indica la graduación de las técnicas en función de la evolución del alumno. EGB, Educación Artística

 

Dentro de la marginación curricular que en la práctica sufre la expresión plástica en la EGB destaca – primordialmente en el ciclo medio y superior- la escasa utilización de las técnicas tridimensionales que, siguiendo fines educativos inherentes al área, colaboren en el desarrollo integral de la formación del niño.

Es más, muchos maestros utilizan hoy materiales atractivos, variables, factibles de moldear, modelar, conjuntar, yuxtaponer, etc.,sin realizar previamente un análisis de los mismos, sin establecer grados de dificultad en el aprendizaje y en el

manejo de ellos, sin analizar los factores de desarrollo que potencian en el alumno y consecuentemente sin saber cómo esas técnicas inciden en los procesos perceptivos y sensomotores del niño, entorpeciendo más que beneficiando

esos procesos.

 

En la escuela infantil y aun en el ciclo inicial, las actividades tridimensionales que se proponen al alumno, pese a centrarse mayoritariamente en la plastilina, la miga de pan, etc., facilitan no sólo la coordinación bimanual, sino la comprensión de conceptos-tamaños, medidas, relaciones topológicas, etc. La escuela abandona todas estas actividades más tarde, cuando el niño comienza a dominar las técnicas instrumentales, a pesar de que sigan teniendo validez como una base sólida para todos aquellos conocimientos abstractos de la forma en el espacio y de la conjunción de formas que son propuestas de aprendizaje de otras áreas en el ciclo superior.

A veces se utilizan las técnicas tridimensionales como simple repetición y recuperación de artesanías, que incluyen la copia y reproducción de formas adultas y procesos manipulativos mecánicos con desmedida dificultad para el niño, o los sustituyen por la creación de máscaras, títeres, cabezudos, etc., como apoyo a la expresión dramática y no como medio para desarrollar el área plástica en todos los variados aspectos que abarca.

 

Pensamos que la utilización de la arcilla como técnica tridimensional, desde la escuela infantil hasta 8º de EGB, posibilita la maduración de los procesos perceptivos visuales, espaciales y táctiles; la comprensión, descomposición y

y reestructuración de la forma; el desarrollo de la capacidad de observación; la utilización de procesos mentales de análisis y síntesis; la consecución de la independencia segmentaria y por lo tanto de la coordinación visomanual; y el desarrollo de la capacidad de investigación, improvisación y creación, aspectos todos necesarios para lograr un desarrollo armónico de las potencialidades del alumno.

Creemos que la expresión plástica, entendida como lenguaje no verbal, como estructura de comunicación, posee en si misma valores que no se circunscriben a la aplicación de determinadas técnicas, sino que, cada una de éstas potencia y posibilita parcelas de desarrollos específicos. Dentro de este contexto, planteándonos un diseño educativo que respete y conjugue niveles de desarrollo evolutivo y niveles de dificultad técnica, es en donde enmarcamos nuestra propuesta.

 

 

GRADUACIÓN DE LAS TÉCNICAS Y EVOLUCIÓN DEL ALUMNO

 

Nunca nos cansaremos de repetir que las técnicas y materiales a utilizar en el aula no son más que medios o instrumentos que deben estar en función y supeditados al lenguaje expresivo del niño, es decir, a su propia expresión personal y que ésta depende en cada momento del desarrollo de sus procesos evolutivos: mental, perceptivo, coordinativo y expresivo-comunicativo.

El niño, a la hora de trabajar con arcilla, se encuentra con una serie de limitaciones que dependerán de su grado de madurez y de su adiestramiento técnico, pero que generalmente son consecuencia de sus dificultades manipulativas, sus recursos para la representación del volumen en el espacio, sus posibilidades para construir la forma y su sensibilidad hacia las texturas visuales y táctiles. Por lo tanto, a la hora de establecer unos grados de dificultad que presenten actividades escalonadas para los distintos niveles educativos deben seleccionarse lastécnicas según:

– las necesidades de orden expresivo plástico que el niño debe cubrir en cada

momento de su desarrollo;

– el escalonamiento de los procesos que la técnica requiere que el niño ponga

en juego;

– las dificultades intrínsecas de la propia técnica y el material.

 

Con respecto al primer punto deben tenerse en cuenta dos vertientes complementarias:

La satisfacción de la necesidad de juego, entendido éste como búsqueda de experiencias y sensaciones. La arcilla posibilita el contacto directo con la materia y permite satisfacciones de orden sensitivo que propician descargas motrices necesarias para un desarrollo equilibrado de los procesos coordinativos y de relación con el medio.

Por otro lado, la arcilla facilita un trabajo más libre y espontáneo, que siempre es modificable, permitiendo al niño jugar con menos riesgo al no estar sujeto tan directamente, como en el caso de las representaciones bidimensionales, a los códigos visuales que el adulto maneja delante de él. La consecución de la forma es una de las primeras necesidades de orden expresivo-madurativo. En un primer nivel es una necesidad fisiológica de control motor, de coordinación de los distintos segmentos de las palancas de los miembros superiores y de la coordinación ojo-mano, que le llevará mediante el paso intermedio de la presimbolización a la consecución del esquema-imagen corporal, a la posibilidad de construir otros esquemas y otras formas y más tarde a diversificar y flexibilizar los esquemas adquiridos.

Con respecto al segundo punto, habrá que tener en cuenta las capacidades que el niño posee para enfrentarse en un momento determinado de su proceso evolutivo a una técnica concreta o sistema de trabajo. Los procesos a poner en juego por parte del niño pueden agruparse en tres apartados.

 

Proceso instrumental

Debe desarrollarse a partir de la propia mano. Mientras la manipulación no esté afianzada a nivel de coordinación fina no deberá introducirse sistemáticamente un instrumento intermedio entre la mano y el material, por lo que pensamos que la manipulación directa de la masa de arcilla con las manos y la iniciación al modelado de formas reconocibles debe ser previo a la introducción de útiles para decorar, cortar, estirar, pegar, etc.

 

Proceso mental

Cada representación de la forma, grupo de formas o distribución de volúmenes en el espacio supone, por parte del niño, un proceso mental previo que tiene distinta complejidad, según la técnica que se esté utilizando. El niño podrá desarrollar antes una figura por síntesis —realización por separado y unión de las distintas partes significativas de una forma— que por análisis —la figura realizada en un todo—. Construir una forma partiendo de la descomposición en planos de sus partes —casas, cajas, etc.— entraña una capacidad de abstracción y de análisis-

síntesis difíciles de lograr antes del final del ciclo medio.

 

Proceso perceptivo

Los desarrollos de los umbrales diferenciales de la percepción, sobre todo con respecto a la discriminación figura-fondo, influyen de manera determinante en la posibilidad de realización de obras plásticas en arcilla. Otros aspectos a contemplar dentro del desarrollo de los procesos perceptivos que inciden en la posibilidad de realización de obras plásticas en volumen son las maduraciones con respecto a:

— Percepciones táctiles: propiedades de la materia tales como la densidad, la resistencia, la humedad, la maleabilidad, la consistencia, la plasticidad, etc., se experimentan a través del tacto. Por otra parte, la percepción de la textura de la superficie —áspero, liso, rugoso, etc.—, aunque aquí se considere de orden táctil, lleva siempre combinadas percepciones visuales, puesto que los distintos aspectos que ofrecen las superficies informan de manera diferente al órgano de la visión. El grosor en la construcción de la forma es también una percepción combinada, pero aquí nos referimos a la percepción que se efectúa en su realización.

– Percepciones visuales: constancia del tamaño: relación entre las partes de una forma y/o entre distintas formas. Constancia de las formas: distinción entre formas (aplastadas, cilíndricas, esféricas, irregulares, etc.). Constancia del volumen: entrantes, salientes, llenos, vacíos, cóncavo, convexo, luz y sombra. Conjunción de masas: dirección, proporción y equilibrio.

Con respecto al tercer punto, las dificultades intrínsecas a la propia técnica por su larga explicación exigirían dedicarle un espacio más amplio que el del presente artículo.

 

Partiendo de las premisas que acabamos de exponer, pretendemos ofrecer aquí una adecuación entre el orden lógico que consideramos deben seguir los procesos técnicos de creación de formas con arcilla y el orden de aplicación de estos procesos a los niveles educativos. Las clasificaciones que hemos desarrollado son simplemente orientativas y han sido realizadas con la única finalidad de ayudar a establecer una selección de posibilidades que puedan servir de ejemplo para el trabajo en el aula. Un maestro activo debe, teniendo en cuenta los objetivos

generales de expresión plástica que puede desarrollar la arcilla, las necesidades expresivas del niño y los procesos puestos en juego, seleccionar, combinar y reinventar distintas posibilidades de realización (véase cuadro nº 1).

 

PROCESOS DE REALIZACIÓN Y NIVELES EDUCATIVOS

 

No es ocioso insistir en la necesidad de comenzar por los primeros grados de dificultad, si tenemos alumnos que, estando en niveles superiores, nunca han trabajado con este material y estos procedimientos técnicos y que, aunque los procesos de trabajo deban ser dominados según esos grados de dificultad, una vez que los conozcan podrán poner en juego sus capacidades de investigación y creación, combinando técnicas y aplicándolas a situaciones nuevas (véase cuadro 2).

 

Como conclusión podríamos apuntar algunos de los desarrollos del área de expresión plástica que posibilita y potencia el trabajo con arcilla:

– Consigue un más completo desarrollo sensorial, despertando categorías

perceptivas, visuales, espaciales y táctiles.

– Desarrolla la imaginación constructiva.

– Afianza y diversifica la representación de la imagen corporal y otras formas.

– Facilita la comprensión para relacionar la forma con la función.

– Ayuda a analizar la forma y la proporción de un objeto en sí mismo y en

relación con otros.

– Desarrolla la capacidad de observación y retentiva.

– Ejercita la coordinación dinámica manual.

– Impulsa a experimentar y utilizar técnicas diversas que impliquen procesos de trabajo distintos.

Dentro del contexto de la diversidad del trabajo plástico infantil, la arcilla, sin menoscabo de los demás materiales y técnicas ofrece al niño múltiples caminos de creación debido a su gran plasticidad y adaptabilidad a las formas que se pretenden conseguir, sin necesidad de un coste excesivo, ya que cualquier obra puede deshacerse y volverse a empezar sin pérdida de material.

Estos son sólo algunos de los muchos motivos que hacen de la arcilla una experiencia siempre nueva y renovadora dentro del aula.

 

CUADRO 1

Primeros contactos con la materia

 

· Ejercicios de experimentación de cualidades de la arcilla:

— Densidad: por aplastamiento.

— Resistencia: por golpeado.

— Maleabilidad: por estirado.

— Consistencia: por estrujado.

— Plasticidad: por traslación de masa.

— Experimentación con texturas e incisiones.

 

La búsqueda racional del volumen

 

· Obtención de formas cerámicas simples y construcciones:

— Por presión manual o apretón (partiendo de un bloque homogéneo):

cuencos, ceniceros, platos.

— Por churros o macarrones (agrupación de partes pequeñas): cuencos,

vasijas, jarras, cestas, confección de asas.

— Por placas (estirado de la masa):

—placas aisladas: medallones, máscaras relieves (positivo/negativo,

agregados/excavado).

—placas combinadas o ensambladas: murales, cajas y recipientes

geométricos casas y objetos varios, escultura de placas.

· Modelado de figura humana o animal:

— Método analítico: por traslación, por talla, por pequeños añadidos.

— Método sintético.

 

Procedimientos de decoración

· En húmedo: impresiones, incisiones, texturas, dibujos, excavados y

añadidos.

· En cuero: esgrafiado, cortado, pulido.

· En seco: pátinas y barnices, pintados.

 

CUADRO 2

 

Escuelas infantiles y ciclo inicial

 

· Primeros contactos con la materia.

· Presión manual: formas de paredes verticales y cerradas: cuencos.

· Placas, medallones.

· Modelado analítico y sintético de animales sencillos e iniciación a la figura

humana.

· Decoración: impresiones, incisiones y pintado.

 

Ciclo medio

 

· Presión manual: cuencos, ceniceros, platos.

· Churros, cuencos, cestas, etc.

· Placas, medallones, relieves positivos, murales, cajas, recipientes

geométricos, casas y objetos varios.

· Modelado analítico y sintético: figura humana en movimiento y animales.

· Decoración: todos los procedimientos.

 

Ciclo superior

 

· Presión manual: todos los procedimientos.

· Churros: todos los procedimientos.

· Placas: todos los procedimientos.

· Modelado: todos los procedimientos.

· Decoración: todos los procedimientos.

 

JUAN DELGADO ADELA LEIRO Y ELVIRA MARTINEZ.: La arcilla. Técnicas y medios de expresión plástica, Papeles de Acción Educativa.